Cómo tratar los diferentes tipos de piedras de riñón o litiasis renal

La litiasis renal es una enfermedad muy frecuente con una elevada incidencia en la población general, con valores que van desde el 8-19% en varones y del 3-5% en mujeres, lo que comporta una elevada carga económica y clínica para el sistema de asistencia sanitaria. Otro factor de gran importancia es el elevado porcentaje de recidiva o recaída, con cifras de 10-20% en los dos primeros años y hasta 40-50% a los 10 años. Por tanto se considera a la litiasis renal o piedras en el riñón, como una enfermedad crónica con distintos periodos de de actividad clínica.

Resulta fundamental identificar los factores de riesgo que producen esta patología, para poder reducir su impacto, ya que el cálculo renal o piedra es la expresión final de trastornos subyacentes, que tienen una elevada incidencia en la población general, como factores dietéticos, toma de fármacos u otros predisponentes como la HTA, diabetes o la hiperuricemia.

El tratamiento de la litiasis renal, persigue tres objetivos: evitar su producción, resolver la litiasis existente evitando sus posibles efectos adversos y prevenir la reaparición de la misma..

El éxito en la resolución de esta patología lo va a condicionar numerosas variables como el tamaño del cálculo (carga litiásica), su localización, su repercusión en el funcionamiento del riñón, así como la anatomía de las cavidades renales, malformaciones asociadas, o si ha habido una cirugía anteriormente. De ahí la importancia de un control periódico para evitar la formación de nuevos cálculos, que previos vayan aumentando de tamaño o que se produzcan lesiones renales por los mismos.

Ha habido grandes avances y cambios en el tratamiento de eta enfermedad en los últimos años debido fundamentalmente a las mejoras de las técnicas endoscópicas con cámaras y monitores de imagen de gran resolución, instrumentos de menor calibre, flexibles, que permiten el acceso a todas las cavidades renales , así como fuentes de energía como el láser Holmium que permiten la fragmentación o pulverización de cálculos de tamaño considerable con finas fibras que pueden ser introducidas a través de los mismos.