¿Las redes sociales idealizan el efecto de la cirugía estética?

La cirujana estética de Policlínica Gipuzkoa, Dra. Pilar Albero, asegura que es indispensable acudir a la consulta de un especialista para informarse ante el peligro de la desinformación de las redes sociales

La cirugía estética se suele relacionar, de forma directa, con la mejora del aspecto físico de las personas para sentirse mejor consigo mismas. Pero la realidad es que los médicos la asocian más con una mejora en salud física, psíquica y social.

Pilar Albero, especialista en cirugía plástica, estética y reparadora de Policlínica Gipuzkoa, resalta la importancia de la madurez y las intenciones que tiene cada persona cuando acude a realizarse una cirugía de este tipo.

No cabe duda de que es necesario informarse sobre cómo funciona la cirugía estética y, para ello, se debe acudir a un médico especialista, ya que internet y las redes sociales están llenas de desinformación, tal y como argumenta Albero: “Tenemos que filtrar todo el contenido que recibimos, hablar con un médico especialista que nos dé confianza y que el paciente pueda contrastar las palabras del experto”, explica.

Sin embargo, parece que la gente continúa acudiendo a la consulta sin una reflexión previa siempre necesaria y “como si fueran de compras”, asegura la especialista. “Hay que dejar claro a los clientes que no están comprando un producto, sino haciendo una inversión de salud”, apunta Albero.

Expectativas, ¿reales o no?

Otro de los factores que deben trabajar los médicos especialistas en este ámbito son las expectativas que tienen cada uno de los pacientes, en ocasiones irreales. La experta en cirugía estética de Policlínica Gipuzkoa asegura que hay casos de todo tipo, como la gente que “viene con una foto con un filtro de Instagram o WhatsApp y quieren esa misma nariz o pose”.

No obstante, Albero incide en que “nosotros no vendemos resultados, sino que ejercemos la medicina y lo que intentamos es, a través de la materia prima que disponemos, mejorar lo que nos pide el paciente, explicarle lo que vamos a hacer y cuáles son las expectativas que tenemos con cada persona”.

Y es que las expectativas con las que la gente acude a la consulta de cirugía estética pueden estar relacionadas con mejorar los problemas de autoestima con respecto a la salud física. Es decir, que la persona “no se ve bien”. La especialista en medicina estética explica que en caso de que una persona tenga la “autoestima baja a causa de su aspecto físico”, su objetivo es “mejorar la autoestima del paciente y, por ende, su salud”.

Mujeres de entre 35 y 55 años

Albero destaca que la gran mayoría de personas que acuden a su consulta son mujeres activas, de entre 35 y 55 años, habitualmente después de tener hijos o con la llegada de la menopausia porque han ido notando cambios en su cuerpo. 

“Suelen ser muy exigentes y buscan la perfección en todos los ámbitos de la vida, aunque hay algunas que nunca llegan a verse como ellas quieren”, declara la doctora y añade que “a algunas mujeres les cuesta acudir a consulta e invertir tiempo en sí mismas, aunque esto es algo que después les cambia la vida”.

Además, las mujeres que acuden a la cirugía estética para realizarse este tipo de cambios en su cuerpo son cada vez más jóvenes y buscan sobre todo un aumento de mama, una de las operaciones más comunes dentro de este tipo de medicina: “Lo que suelen pedir -afirma la doctora Pilar Albero- literalmente, es que la cirugía que se les aplique se les note, pero nuestro objetivo es obtener un resultado natural y armónico”.

“También es muy demandada la cirugía de reducción de mamas, que es una de las más agradecidas, ya que está enfocada a solucionar un problema físico, de peso y de confort” afirma la cirujana estética de Policlínica Gipuzkoa.

Además, Albero añade que la reducción de tripa o abdominoplastia es otro de los servicios más demandados.

La duración del postoperatorio y de las prótesis

Otro de los temas a tener en cuenta cuando una persona se adentra en el mundo de la cirugía estética es conocer la duración del postoperatorio y si va a ser necesario volver a pasar por quirófano.  

Según explica la cirujana de Policlínica Gipuzkoa, “el paciente debe estar ingresado, al menos, las 48 horas reglamentarias. Suelen estar entre dos o tres días ingresados y después pueden marcharse a casa, pero no deben llevar una vida activa de inmediato, sino hacerlo de manera progresiva, e incluso suelo insistir en que el paciente se tome una semana o dos para cuidarse”, argumenta Pilar Albero.

“En cuanto a las prótesis de mama -añade-, es cierto que no tienen fecha de caducidad pero es necesario realizar un recambio de las prótesis ya que sufren un desgaste aunque no sea visible en el exterior”.