“La enfermedad renal crónica está aumentando de manera preocupante debido al crecimiento de la obesidad, la hipertensión, la diabetes, el colesterol elevado y el sedentarismo”

El mejor esquema de prevención y tratamiento para tener unos riñones sanos es tener una alimentación saludable con un consumo moderado de sal, llevar de forma diaria una buena hidratación, dejando a un lado las bebidas alcohólicas, el tabaco, los refrescos con alto contenido de azúcar y practicar ejercicio de manera regular”, asegura John Camacho, Jefe del Servicio de Nefrología y Hemodiálisis de Policlínica Gipuzkoa.