¿Qué es la rinoplastia ultrasónica?

El doctor Pedro Pérez Barrero, especialista en Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital de Día Quirónsalud Donostia y Policlínica Gipuzkoa, señala que «la demanda de rinoplastia ha aumentado con la pandemia» y que su apuesta es la «rinoplastia de preservación», es decir, «conservar las estructuras óseas y los cartílagos de la nariz».

La Covid-19 ha afectado a todos los sectores y, como es bien conocido, al de la salud de una manera destacada. Más allá de las necesidades propias de la pandemia, el uso de la mascarilla, por ejemplo, ha alterado la demanda de diferentes intervenciones. El doctor Pedro Pérez Barrero, especialista en Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital de Día Quirónsalud Donostia y Policlínica Gipuzkoa, apunta que el uso de la mascarilla «ha aumentado» las peticiones de rinoplastia ultrasónica. El doctor explica el motivo: «En una rinoplastia bien hecha no debería notarse un cambio muy brusco y como te cubre la mascarilla…». Incluso va más allá: «La mascarilla ha aumentado las cirugías de párpados, nariz…». Lo que sí puede suponer un problema para las rinoplastias, a diferencia de los cubrebocas, «son las gafas porque pueden molestar y no conviene apoyar nada en la zona durante una semana».

Esta técnica de la rinoplastia ultrasónica «la utilizamos para que la cirugía y el posoperatorio de la rinoplastia sean menos agresivos». Para ello se valen de «unos motores piezoeléctricos que cortan los huesos cuando hacemos las osteotomías para la nariz de forma mucho más controlada y que producen muchos menos daños a los tejidos blandos». Gracias a ello, «favorecen una recuperación más rápida y evitan poner tapones».

En términos generales, en la rinoplastia «se tiende a ser mucho menos agresivo, en contraposición a lo que sucedía antes que se quitaba mucho hueso y mucho cartílago». Pero «desde hace cuatro o cinco años», se apuesta por la «rinoplastia de preservación», que busca «conservar las estructuras óseas y los cartílagos de la nariz para tener un resultado mucho más natural».

Se trata de una intervención que se puede hacer con una anestesia local, pero «tiendo a la anestesia general porque es muy segura». En cualquier caso, son válidas «las dos técnicas, depende del paciente». Se trata de una operación en la que «el paciente se va a casa el mismo día, no tiene una recuperación dolorosa». Tanto es así que «prácticamente al día siguiente puede hacer vida normal, la única limitación son los tapones que uno lleva y una férula de yeso durante unos diez días».

Un público joven

Esta intervención estética tiene como público objetivo a «una mujer de entre 20 y 40 años», aunque «cada vez se operan más hombres», resalta el doctor Pérez Barrero. La rinoplastia es una intervención «definitiva, pero en cirugía estética la complicación más frecuente es que el paciente no esté conforme con el resultado, porque es subjetivo».

Cabe destacar que, respecto a la rinoplastia tradicional, la ultrasónica «tiene un posoperatorio más rápido, cómodo y menos doloroso. Una mayor eficacia en cortes y mayor definición».