«Puedo hacer cosas y gestos que antes eran impensables»

Tras pasar muchos años con dolores lumbares y cervicales, Alejandro Bocco se puso en manos de la Unidad del Dolor de Policlínica Gipuzkoa y, gracias a las pioneras técnicas de neuromodulación, actualmente está «100% curado o, al menos, sin dolor».

Alejando Bocco es un claro ejemplo de que arrastrar un mal de columna puede repercutir o acarrear otras lesiones derivadas. A sus 58 años, este ingeniero argentino presentaba un cuadro de dolor en la espalda tanto a nivel lumbar como cervical y con síntomas relacionados con «no poder caminar, no tener fuerza en las manos para llevar algo pesado, tener zumbidos en los oídos, problemas de concentración, etc.». Pese a que había pasado por diversos especialistas «siempre volvía el problema».

Hasta que el pasado mes de enero acudió a Policlínica Gipuzkoa. Allí fue atendido por el equipo de la Unidad del Dolor que, en una primera exploración, «ya vimos que tenía una afectación artrósica a nivel lumbar y que lo cervical podía estar relacionado de forma secundaria probablemente con una asimetría en toda la estructura de soporte y apoyo de la columna», recuerda el anestesista Juan Martínez.

Policlínica Gipuzkoa cuenta con técnicas de neuromodulación pioneras en el tratamiento del dolor, «que tratan de buscar el alivio completo del dolor en el paciente»

Efectivamente, Alejandro fue diagnosticado de dos afectaciones que requirieron dos tratamientos diferentes, pero ambos con «técnicas de neuromodulación pioneras en el tratamiento del dolor, que tratan de buscar el alivio completo del dolor en el paciente». Efectivamente, Bocco respondió muy bien y «en cuestión de 15 días me cambió todo».

En el foco del problema, es decir, a nivel lumbar, el Dr. Juan Martínez cuenta que le sometieron a «una neuromodulación con radiofrecuencias en todas las articulaciones facetarias desde L1-L2 hasta el sacro», un tratamiento con el que «mejoró bastante» pues, como recuerda Bocco, a los tres días de esa primera intervención «ya no sentía casi nada» de dolor: «Podía acomodarme, caminar, girar la cintura, agacharme, tenía más fuerza en las piernas… Hacer cosas y gestos que antes eran impensables».

Dr. Juan Martínez: «La iontoforesis es una técnica sencilla, no dolorosa, que se puede repetir sin ningún problema y que se hace de forma ambulatoria»

La iontoforesis

Pero las pruebas mostraban una «afectación cervical menor» por lo que para esta zona «optamos por la iontoforesis». Se trata de una técnica «no intervencionista, no invasiva, que consiste en la aplicación de unos parches con una medicación y mediante los que también se pasa una corriente electromagnética para facilitar que esa medicación actúe en las zonas donde queremos tratar». El anestesista Juan Martínez la define como una técnica «sencilla, no dolorosa, muy bien tolerada, que se puede repetir sin ningún problema y que, además, se hace de forma ambulatoria».

Se recomienda hacer ciertos ejercicios para fortalecer la musculatura paravertebral, prevenir esas dismetrías en la columna y evitar los episodios de dolor.

Dr. Juan Martínez, de la Unidad del Dolor

Alejandro recibió diez sesiones «muy sencillas» y «nada invasivas» que le terminaron de recuperar completamente: «Hoy por hoy puedo decir que estoy prácticamente 100% curado o, al menos, 100% sin dolor».

Por ello, y convencido de haber confiado su problema a Policlínica Gipuzkoa, Bocco, que «no tenía conocimiento» de estas técnicas, se muestra «más que agradecido a todo el equipo, desde la Unidad del Dolor, hasta el personal del Hospital de Día» pues «realmente me sentí como en casa» y «si me tengo que hacer alguna otra cosa, lo haré aquí, realmente lo recomiendo».

El equipo de la Unidad de Dolor de Policlínica Gipuzkoa, del que forma parte el anestesiólogo Juan Martínez, es «optimista» con el caso de Alejandro pues «han pasado varios meses y está bien». Sin embargo, y aunque hay pacientes que no vuelven a tener dolor, no descarta que «dentro de uno o dos años pueda volver a reproducirse el dolor lumbar. En ese caso, repetiríamos la misma técnica con, probablemente, tan buenos resultados como los que hemos tenido esta vez».

Estoy más que agradecido a todo el equipo; me sentí como en casa y realmente lo recomiendo.

Alejandro Bocco, paciente de la Unidad del Dolor

Gracias a un seguimiento completo, al paciente se le han recomendado «rehabilitación, baños en piscina… hacer ciertos ejercicios para fortalecer toda la musculatura paravertebral, de forma que esas dismetrías que se generan en la columna puedan ser compensadas y evitar que vuelva a tener otra vez estos episodios»

Asimismo, Martínez nos destaca que la neuromodulación es una técnica para el tratamiento del dolor «válida para otras muchas patologías: rodilla, hombro, cualquier articulación, la columna a cualquier nivel… Basta con variar y ajustar los parámetros que se usan de calor y corriente electromagnética a cada paciente y cada caso», aclara el anestesista de la Unidad de Dolor de Policlínica Gipuzkoa, Juan Martínez.