Osteoporosis: detección desde ginecología

El Día Mundial de la osteoporosis pone de relieve la importancia de una detección temprana para detener la evolución de esta enfermedad asintomática y crónica. El principal riesgo del debilitamiento de huesos son las fracturas, “principalmente de cadera, columna vertebral y muñeca”, según afirma la ginecóloga Sonia Cornago. 

La masa ósea se gana durante la infancia y la adolescencia, por lo que una dieta baja en calcio y la falta de ejercicio físico son factores que predisponen a desarrollar osteoporosis, además de los posibles “antecedentes familiares y periodos largos sin regla en la edad adulta, (como puede suceder en grandes deportistas, por anorexia o problemas menstruales)”, añade la doctora Cornago. “El hueso en las mujeres está protegido por estrógenos, por ello, en la menopausia precoz la descalcificación comienza antes”, comenta. 

Tras una revisión y un examen físico, se suele realizar la prueba diagnóstica que mide la densidad mineral ósea y que recomiendan hacer cada año-dos años. La especialista cree que los ginecólogos/as tienen una labor preventiva importante, porque “las mujeres suelen acudir a la consulta anualmente y es cuando puede detectarse si hay factores de riesgo y hay que comenzar a actuar”. Además, y aunque no haya factores de riesgo, realizan “por lo menos una densitometría después de la menopausia para ver el punto de partida”, concluye Cornago.

El tratamiento básico incluye una dieta adecuada en calcio y vitamina D o suplementarlos, así como la práctica de ejercicio para que calcifique bien el hueso. Mientras que el tratamiento farmacológico debe ajustarse a las necesidades de cada paciente.