Los efectos del COVID-19 en pacientes embarazadas

El Dr. Koldo Carbonero, director del Servicio de Reproducción Asistida de Quirónsalud en el País Vasco, nos hace llegar esta información sobre los efectos del COVID-19 en pacientes embarazadas.

Existen muy pocos datos disponibles de embarazadas afectas de COVID-19, pero los datos que tenemos acerca de la infección por otros coronavirus similares (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS-CoV] o el Middle East Respiratory Syndrome [MERS-CoV]), hacen extrapolable el posible efecto del SARS-CoV-2 en la mujer embarazada.

Durante el brote de 2003 del SARS-CoV en Hong Kong, se infectaron 12 mujeres embarazadas y se demostró que el embarazo parece empeorar el curso de la enfermedad: mayor tiempo de hospitalización, mayor tasa renal, ingreso en la UCI… Pero en ningún caso se demostró́ la transmisión de madre a hijo. Los datos del MERS-CoV nos ofrecen una información similar: en ningún caso se demostró́ la transmisión de madre a hijo.

A día de hoy, existen muy pocos datos sobre los efectos del coronavirus SARS-CoV-2 sobre el embarazo, pero parece que las embarazadas no son más susceptibles de infectarse por coronavirus, de hecho, este nuevo coronavirus parece afectar más a hombres que a mujeres.

Se han comenzado a analizar casos de infección por SARS-CoV-2 en mujeres embarazadas de tercer trimestre, y de esos estudios, podemos extrapolar, con la máxima precaución, dado el número limitado de casos, que:

Siempre con la máxima precaución, dado el número limitado de casos, podemos concluir que de las embarazadas analizadas infectadas por SARS-CoV-2 A, todas se infectaron en el tercer trimestre de embarazo y el cuadro clínico que presentan no parece ser más grave que en el resto de la población joven y sana.

  • Hay escasa evidencia de la transmisión vertical (antes, durante o tras el parto por lactancia materna) en mujeres que adquieren la infección durante el tercer trimestre de embarazo
  • solo se ha reportado un caso de un neonato de 40 semanas, hijo de una madre con neumonía y nacido por cesárea, que resultó positivo en una muestra de exudado faríngeo tomada a las 30 horas de vida, estando asintomático. (Qi Lu et al.)
  • 16 de las 18 embarazadas dieron a luz por cesárea y, aunque los recién nacidos no mostraron infección por SARS-CoV-2, la infección perinatal sí puede tener efectos adversos sobre los recién nacidos, como pérdida del bienestar fetal, parto prematuro, distrés respiratorio, trombocitopenia junto con alteración de la función hepática e incluso muerte
  • El riesgo de transmisión horizontal (por gotas o por contacto), a través habitualmente de un familiar próximo infectado, es igual que en la población general. Hasta ahora se han descrito tres casos cuyo síntoma principal fue fiebre en dos casos, acompañada en un caso de vómitos y en otro de tos. Fueron todos casos leves (unos de ellos asintomático)

Tratamiento

Los principios del tratamiento de las embarazadas son los mismos que los del resto de la población, pero el manejo de la mujer embarazada infectada por SARS-CoV-2 debe correr a cargo de un equipo multidisciplinar que establezca el lugar más adecuado para el correcto tratamiento del binomio madre-feto y permita mantener el control y la pronta actuación en caso de deterioro materno o fetal o que se inicie trabajo de parto prematuro.

Cuidado de los niños nacidos de madres infectadas por el COVID-19

Los niños nacidos de madres infectadas por SARS-CoV-2 deben ser considerados como «casos en investigación» y por tanto deben ser aislados del resto. La posibilidad de transmisión de la madre infectada al recién nacido por las secreciones maternas hace que se recomiende separar temporalmente al recién nacido de su madre mientras la madre se considere potencialmente transmisora. Pero, Los riesgos y beneficios de separarlos temporalmente deben ser valorados por la paciente y su equipo tratante conjuntamente.

Lactancia

Aun no existiendo datos suficientes para hacer una recomendación en firme sobre el amamantamiento en el caso de mujeres infectadas por SARA-CoV-2 es importante insistir en que la lactancia materna otorga muchos beneficios como el potencial caso de anticuerpos madre-hijo frente al SARS-CoV-2, por ello y ante la evidencia actual se recomienda el mantenimiento de la lactancia materna desde el nacimiento, siempre que las condiciones clínicas del recién nacido y su madre así lo permitan.

Pero la decisión final sobre el tipo de alimentación del recién nacido deberá consensuarse entre la paciente y el equipo tratante, en base a los conocimientos científicos de cada momento y el estado de salud de la madre y el recién nacido.

 

Más información aquí:  Manejo de la mujer embarazada y el recién nacido con COVID-19