«Las vacunas de ARNm contra la COVID-19 no deberían ser tóxicas para ninguna embarazada»

La afección del virus y las vacunas en gestantes, así como la transmisión al feto explicadas por el doctor Koldo Carbonero, jefe del Servicio de Ginecología y Reproducción Asistida de Quirónsalud en el País Vasco.

La aparición de temores y dudas en una mujer embarazada es totalmente habitual, algo que se ha intensificado en la insólita pandemia. Arrojar luz sobre cuestiones relacionadas con la COVID-19 y la vacunación durante la gestación es fundamental y, por ello, el doctor Koldo Carbonero, jefe del Servicio de Ginecología y Reproducción Asistida de Quirónsalud en el País Vasco, lanza un mensaje tranquilizador a las mujeres embarazadas, cuyo «organismo no está más receptivo al coronavirus», es decir, que «no tienen más riesgo de coger la COVID-19 que si no estuvieran gestantes».

Lo que sí es cierto es que el riesgo de complicaciones derivadas de la enfermedad es mayor. Y es que una embarazada que contrae la COVID-19 «sí tiene mayor riesgo de tener una enfermedad grave». Ello se debe a que una gestante «tiene de entrada cuatro veces más posibilidades de tener problemas tromboembólicos venosos», y en ese sentido, como «uno de los riesgos graves de esta enfermedad es producir trombos, una embarazada sí que tiene mayor riesgo de padecerlos que si no estuviera embarazada en esa misma edad».

Por ello, el doctor Carbonero advierte de que una persona embarazada «tiene que ser muy estricta en las medidas de seguridad» y que «se tiene que proteger ella por encima de los demás». Porque una embarazada pertenece «no a la población de riesgo, pero sí a un colectivo vulnerable» y, por ello, «no se debe fiar de nadie y tiene que tomar las medidas estrictas para no contagiarse».

«La placenta deja pasar los anticuerpos al bebé; y aproximadamente el 80% de los nacidos de mujeres que han cogido la COVID-19 en el tercer trimestre nacen con inmunidad»

Contagio durante el embarazo

Si, a pesar de los cuidados, una embarazada termina por contagiarse de COVID-19, el ginecólogo hace saber que «su sistema inmunitario funciona igual que si no estuviera gestando, es decir, se defiende del coronavirus y produce anticuerpos exactamente igual». Además, citando los últimos estudios sobre la materia, Carbonero apunta que «aproximadamente el 80% de los bebés que nacen de mujeres que han cogido la COVID-19 en el tercer trimestre nacen con inmunidad», lo que evidencia que «la placenta deja pasar los anticuerpos al bebé, que sale inmunizado».

Esa transmisión materno-fetal no se da, sin embargo, con el coronavirus. Afirma el profesional que «la transmisión vertical (entre la madre y el feto) no está demostrada», y que pese a que «sí se ha dado algún caso aislado, la mayoría de las investigaciones determinan que es muy difícil que el virus atraviese la placenta».

En ese sentido, el doctor apunta que tampoco está contraindicada la lactancia materna en una mujer que haya contraído la COVID-19: «Sea sintomática o no, la lactancia materna se permite, siempre con cuidados de asepsia». De hecho, los anticuerpos «aparecen en la leche, por lo que un recién nacido lactante está recibiendo esa defensa».

«La epidural es el método anestésico más utilizado en los partos y no está contraindicada en personas que hayan tenido la COVID-19»

El parto: ¿Epidural? ¿Piel con piel?

¿Y qué hay del momento del parto? Los temores se agigantan en el momento de dar a luz, más aún en un contexto de pandemia, pero Koldo Carbonero lanza un mensaje de «tranquilidad absoluta», explicando que «en Policlínica Gipuzkoa hemos estado atendiendo partos sin problema y sin haber registrado ningún contagio porque hay protocolos de seguridad estrictos que aseguran que en el hospital no va a haber contagios».

Asimismo, reclama que, a pesar de la situación sanitaria, los controles del embarazo deben mantenerse «exactamente igual. La vía telefónica o la digital no permiten hacer ecografías, ni tactos, ni evaluar urgencias obstétricas».

La anestesia epidural, por su parte, es «el método más utilizado en los partos y no está contraindicada en personas que hayan tenido la COVID-19». En ese sentido, hacer el contacto piel con piel después del nacimiento también está permitido, salvo en alguna excepción que comenta el doctor Carbonero: «Si en el momento del parto la madre está gravemente afectada por COVID-19, puede que el equipo médico, compuesto por el ginecológico y el pediátrico, decida sacar al niño para excluirlo de la enfermedad y, en ese caso, sí que habría que mantener cierta distancia».

«La COVID-19 no se transmite por vía sexual ni sanguínea, por lo que los centros de reproducción asistida no tienen problema de contagio».

Una vacuna «casi doble»

Inmersos en plena campaña de vacunación a la población, todavía no se ha determinado si las embarazadas deben o no vacunarse, algo que el doctor achaca a que «no ha habido ensayos fase 3 en embarazadas vacunadas, por lo que ninguna sociedad médica define la vacuna a este colectivo».

Sin embargo, los conocimientos actuales apuntan a que hay diferentes tipos de vacuna: de ARNm (Moderna y Pfizer) y de vector viral (AstraZeneca y Janssen). Explica el doctor que «las de ARNm en teoría no llevan virus y que, por lo tanto, no deberían ser tóxicas para ninguna embarazada, sino producir la reacción inmunológica correspondiente, es decir, anticuerpos IGG que se ha demostrado pasarían al feto». Es por ello que el ginecólogo Koldo Carbonero la considera como una «vacuna casi doble» que protegerá a la madre y «probablemente al bebé durante los primeros meses de su vida».

Sin peligros en la reproducción asistida

Sobre si en el contexto actual se puede acceder a los centros de reproducción asistida, la respuesta es afirmativa. A quien esté pensando en quedarse embarazada por esta vía, el doctor explica que «la COVID-19 no se transmite por vía sexual ni sanguínea» y, por ello, los laboratorios de reproducción humana «no tienen problema de contagio».

Sin embargo, el miedo a quedarse embarazada en este contexto es real y «algunas personas han sido reacias a consultar» a estas unidades. El mensaje del ginecólogo Koldo Carbonero es claro: «El embarazo no se desaconseja ni por vía natural, ni por medio de la reproducción asistida». De hecho, para las personas con problemas de fertilidad puede ser un buen momento «porque el periodo de estudio de tiempo y de tratamiento lleva un tiempo indeterminado y demorarlo puede perjudicar el diagnóstico». Por ello aconseja «que acudan con tranquilidad a los centros de reproducción asistida».

En definitiva, que los embarazos «no están contraindicados» en la pandemia y a toda persona que esté pensando en quedarse embarazada manda un mensaje de tranquilidad: «Que sean conscientes y coherentes con el hecho de que son población vulnerable, por lo que tienen que cuidarse y no contagiarse».

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