La rehabilitación cardiaca reduce en un 30% la mortalidad tras un infarto

El Dr. Eduardo Alegría, Jefe del Servicio de Rehabilitación Cardiaca de Policlínica Gipuzkoa, habló sobre los beneficios de la Rehabilitación Cardiaca en el Aula de Salud

El Dr. Eduardo Alegría, Jefe del Servicio de Rehabilitación Cardiaca de Policlínica Gipuzkoa, habló sobre los beneficios de la Rehabilitación Cardiaca en el Aula de Salud del 7 de abril en la sala Kutxa de la calle Andía, en San Sebastián.

El mismo día, contestó a las preguntas planteadas por los internautas en el videochat de diariovasco.com. Puedes consultar aquí la charla digital.

Tras una intervención de corazón o un infarto agudo de miocardio son muchas las dudas y los miedos que surgen a los pacientes que, en muchos casos, desconocen las pautas a seguir.

La rehabilitación cardiaca tiene como objetivo ofrecer un tratamiento y una orientación multidisciplinar en el que intervienen, además del cardiólogo que coordina el equipo, un fisioterapeuta, una psicóloga, un dietista y un preparador físico.

Los beneficios son contundentes: mejora la calidad de vida de los pacientes cardiópatas y reduce un 30% la mortalidad tras un infarto. Disminuye el nivel de estrés, la ansiedad y la depresión; aumenta la autoconfianza, las ganas de vivir y la capacidad física, posibilitando la actividad deportiva. Asimismo, los pacientes se reincorporan antes al trabajo, normalizan la actividad sexual y disminuye la incidencia de reinfartos.

El cardiólogo Eduardo Alegría, que lidera este nuevo servicio que Policlínica ha puesto en marcha este año, asegura que “todavía son muy pocos los pacientes que pueden beneficiarse de esta herramienta terapéutica tan útil, de ahí que hayamos trabajado para ampliar la atención a los pacientes cardiópatas con este tipo de rehabilitación”.

El programa

El programa de Rehabilitación Cardiaca está dirigido a pacientes con infarto agudo de miocardio, con cirugía del pontaje aorto-coronario, revascularización por angioplastia y stent y angina de pecho; pacientes con insuficiencia cardiaca, operados valvulares y pacientes trasplantados, además de personas sanas con factores de riesgo, en la edad media de la vida y que inician actividades deportivas, así como ancianos.

Antes de comenzar el programa de rehabilitación cardiaca, el cardiólogo evalúa al paciente y se realiza un análisis y una prueba de esfuerzo. Si la valoración es positiva, el paciente entra en el programa y se abre su historia con un estudio pormenorizado de hábitos de vida para realizar un seguimiento y control.

El programa tiene una duración media de 3 meses, 5 días a la semana (1 hora por sesión). El paciente realiza un entrenamiento físico a una frecuencia cardiaca determinada, con tablas de fisioterapia y ejercicios en bicicleta, vigilado mediante monitorización telemétrica. El entrenamiento se completa con un programa de ejercicios y marcha de intensidad creciente a cargo del preparador físico.

Asimismo, se tratan hábitos alimenticios, el control de los factores de riesgo y los patrones de conducta para analizar la ansiedad y la depresión, con la participación de una dietista y una psicóloga. Todo ello con el objetivo de que las personas que hayan sufrido una dolencia cardiaca recuperen cuanto antes su mayor funcionalidad.

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