A la hora de hacer deporte, es fundamental conocer en qué condiciones se encuentra cada uno, y la mejor manera de hacerlo es mediante un diagnóstico que nos indique en punto nos encontramos.
En Medicina Deportiva existe el principio FITT, que indica con qué frecuencia tenemos que hacer ejercicio, con qué intensidad, en qué tiempo, y qué tipo de actividad debemos realizar. “Nuestro objetivo es realizar una prescripción del ejercicio, de la misma manera en la que acudimos al médico de cabecera para realizar una exploración o un diagnóstico” explica el Dr. Enrique Pérez de Ayala, Responsable del Servicio de Medicina Deportiva de Policlínica Gipuzkoa.
“Muchas veces el paciente que acude al Servicio nos comenta que no es un profesional del deporte, pero eso no es importante, – aclara Enrique Pérez de Ayala –, ya que, aunque no sean profesionales, dan un paso adelante con lo más importante, que es el querer hacer las cosas bien, conocer cuál es el límite de tu capacidad física, dónde tienes que estar y a qué intensidad debes ir”.
“Cada vez son más las personas que acuden a realizarse estudios con la finalidad de andar – asegura el especialista –, de hecho, dependiendo de la intensidad con la que se realiza el ejercicio, junto con una dieta adecuada, se puede lograr quemar grasas. En algunas ocasiones trabajamos a una intensidad muy alta y lo que estamos utilizando como combustible son los glúcidos. Pero cuando queremos hacer un programa de reacondicionamiento, de mejora de la capacidad física o de reducción de peso, nos interesa ir a una intensidad precisa, no a cualquier intensidad”.
La nutrición unida al deporte
“La alimentación que debe seguir una persona que se está preparando para una carrera de 10 km o 20km como lo es la Behobia, no es lo misma que la de una persona que quiere mejorar su rendimiento físico o que busca una reducción de peso”, explica Eider Sánchez, nutricionista de Policlínica Gipuzkoa.
“Los días de entrenamiento previo y el día de la carrera es importante tener los depósitos de glucógeno llenos, y para ello, no pueden faltar hidratos de carbono presentes en alimentos como pasta, arroz, alimentos de origen cereal, patata, legumbre verduras y frutas. Los hidratos de carbono pueden ser tanto de absorción lenta como rápida, y junto con una proteína limpia con ácidos grasos insaturados de calidad, como el aceite de oliva, frutos secos y semillas, contribuyen a evitar la oxidación. No obstante, este tema es muy complejo y ha de ser individualizado a cada paciente” concluye la nutricionista.
Otro tema muy importante en el ejercicio físico es la hidratación, ya que muchas veces los problemas que sufren los corredores están relacionados con la deshidratación. Eider remarca la importancia de llevar a cabo “una buena hidratación tanto el día de la carrera como los días previos. Además, a nivel nutricional se recomienda hacer un tentempié antes de salir a hacer el ejercicio, y también después, para reparar las pérdidas que hayamos podido tener en nutrientes”.