Un servicio integral de Pediatría

De la mano de Raquel Toba, responsable del servicio de Pediatría de Policlínica Gipuzkoa, conocemos más el servicio que ofrecen al recién nacido, los exámenes y exploraciones que le realizan para garantizar su plena salud.

“Está sano”, es sin duda la frase que más se espera decir ante el nacimiento de un hijo. El equipo del Servicio de Pediatría de Policlínica Gipuzkoa ofrece un servicio integral para realizar todos los exámenes y exploraciones necesarias que garanticen la salud del recién nacido.

“Lo primero que solemos hacer es recoger todos los datos clínicos de la historia de la madre que puedan ser de interés para el embarazo actual y por lo tanto influir en el nacimiento y el desarrollo posterior del bebé. Cuando el parto llega a su fase final, el expulsivo, nos acercamos al paritorio para estar presentes en el momento del nacimiento y atender las necesidades del recién nacido en su paso a la vida extrauterina”, explica la pediatra, Raquel Toba, responsable del servicio de Pediatría de Policlínica Gipuzkoa.

“Normalmente nuestra intervención es mínima y solo debemos supervisar que todo ocurre correctamente. Las diversas actuaciones que se llevan a cabo, en caso de ser necesarias,  se basan en las recomendaciones y protocolos de las sociedades científicas de las que formamos parte para garantizar la excelencia clínica”, añade.

Garantizar la salud

“La presencia del pediatra en los partos – asegura Raquel Toba- , permite anticiparse a una situación potencialmente grave. Entiendo que a los futuros padres les da tranquilidad sentirse acompañados por todos los profesionales que están implicados en garantizar la salud de la madre y su hijo”.

“Nuestra labor inicial en la sala de partos es la supervisión de que el paso a la vida extrauterina transcurre con normalidad y de no ser así iniciar las maniobras de reanimación pertinentes. Facilitaremos el contacto precoz del recién nacido con su madre/padre para iniciar el vínculo entre ellos e instaurar, en el caso de que lo deseen, la lactancia materna. Posteriormente será el momento de realizar la primera exploración física y los primeros cuidados que incluyen la profilaxis de la enfermedad hemorrágica del recién nacido con vitamina K y la profilaxis de la oftalmia neonatal para evitar el desarrollo de conjuntivitis tras el parto”, explica la especialista.

“La exploración física del bebé por parte del pediatra es diaria, así como el control del peso y algún otro parámetro dependiendo del paciente y en función de los datos obtenidos se darán las recomendaciones a la familia ajustadas a las necesidades de esos primero días en el hospital y posteriormente tras el alta hasta la primera visita al pediatra”, afirma.

Además de los exámenes mencionados anteriormente, se realiza el cribado de hipoacusia neonatal realizando potenciales evocados automáticos y a partir de las 48 horas de vida el cribado de metabolopatías o como muchas familias lo conocen prueba del talón. En el caso de la primera nos permite un diagnóstico precoz de la hipoacusia y así mejorar el pronóstico tanto desde el punto de vista de la audición final como de la comunicación al iniciar una intervención temprana. La detección de metabolopatías congénitas tiene como objetivo la detección precoz de trastornos metabólicos en los que existe una intervención eficaz que permite modificar favorablemente el pronóstico de las situaciones sometidas a cribado”, asegura Raquel Toba.

Distintas subespecialidades implicadas

“Cada vez son más los pediatras de distintas subespecialidades que trabajamos para garantizar la mejor asistencia al paciente pediátrico, actualmente contamos con especialistas en cardiología, aparato digestivo, nefrología, endocrinología y cirugía pediátrica. También hay otros especialidades como ORL o traumatología que nos ayudan a completar el diagnóstico y tratamiento de nuestros pacientes”, subraya la especialista.

“Las complicaciones pueden ser muy variadas ya que la pediatría es un área de la medicina tremendamente amplia que abarca desde el nacimiento hasta los 14 años de vida pero volviendo a la asistencia al parto hay que recordar que la mayor parte de los embarazos y partos culminan con el nacimiento de un recién nacido sano”, concluye Raquel Toba.