Un 12% de la población guipuzcoana es obesa y el 1% padece obesidad mórbida

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Los avances en la cirugía de la obesidad por laparoscopia centrarán la charla que se enmarca en el Aula de Salud de Policlínica Gipuzkoa y Kutxa

Los avances en cirugía de la obesidad por laparoscopia centrarán la charla del Aula de Salud de Policlínica Gipuzkoa y Kutxa que tendrá lugar este jueves, 9 de septiembre, a las 19.30 horas en la sala Kutxa de la calle Andía, en San Sebastián. El doctor Juan José Martínez, Jefe de la Unidad de Obesidad Mórbida del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa, impartirá la conferencia en la que se explicarán los últimos avances y los pormenores de cada tipo de cirugía.

Siguiendo su vocación por incorporar la última tecnología en cirugía mínimamente invasiva, Policlínica Gipuzkoa ha apostado por la cirugía laparoscópica para el tratamiento de la obesidad mórbida. Ya son 30 los pacientes con obesidad mórbida que han sido intervenidos para la realización de un by-pass gástrico, una gastrectomía tubular o la colocación de una banda gástrica por laparoscopia en Policlínica Gipuzkoa.

Tradicionalmente las intervenciones quirúrgicas para la realización del by-pass gástrico y la banda gástrica se han realizado de forma abierta. Sin embargo, la Unidad de Obesidad Mórbida del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa, liderada por el doctor Juan José Martínez y constituida por los doctores Javier Pérez Diez, Salvatore Cuccomarino y Rodolfo Romero Vece, practica este tipo de cirugía por laparoscopia; método que se realiza mediante pequeñas incisiones y que permite reducir los riesgos de la intervención, acelerar la recuparación del paciente y reducir a la mitad del tiempo de hospitalización, frente a la cirugía abierta.

En Gipuzkoa un 12% de la población es obesa y un 1% (más de 6.000 guipuzcoanos) padece obesidad mórbida. Los pacientes con este tipo de obesidad están entre un 50 a un 100% por encima de su peso corporal ideal. Estas personas, debido a su sobrepeso, tienen grandes probabilidades de sufrir enfermedades crónicas y complicaciones cardiovasculares.

Lo primero que el paciente debe realizar para reducir peso y solucionar su enfermedad es cuidar su alimentación y realizar ejercicio. No obstante, si esto no ofrece los resultados esperados, y si el paciente tiene un Índice de Masa Corporal (IMC) inferior a 30, se puede recurrir a la implantación de un balón intragástrico, que consiste en introducir un balón deshinchado en el estómago del paciente obeso para después inflarlo y así lograr que se sacie con una menor cantidad de alimentos.

Sin embargo, existen casos en los que estas medidas no resuelven el problema, por lo que, en el caso de los pacientes con Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30, se debe recurrir a una solución quirúrgica. Actualmente las más eficaces son las bandas gástricas y el by-pass gástrico.

Banda gástrica

La banda gástrica es un dispositivo que se coloca alrededor del estómago, en su tercio superior, reduciondo su su capacidad. De esta forma, el paciente nota una sensación de saciedad con mucha menor cantidad de comida. La banda gástrica reduce la capacidad del estómago, regulando el paso de alimentos “inflando” la banda desde un dispositivo que se coloca debajo de la piel y al que se accede con una simple jeringa intramuscular, lo que permite adaptar el tratamiento al paciente de forma individualizada.

A las pocas horas de la intervención, el paciente comienza la ingesta de líquidos. Al paciente se le da el alta en 48 horas aproximadamente. Durante el primer mes, la alimentación debe ser líquida y pastosa y, entre las 4 y las 6 semanas, se ajusta la banda para comenzar con la alimentación sólida. Esa intervención está indicada en pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) inferior a los 35, aunque en los últimos años las indicaciones se han ido ampliando.

By-pass gástrico

La segunda opción es la realización de un by-pass gástrico. Consiste en reducir el tamaño del estómago y unirlo a una zona determinada del intestino, de tal forma que parte del inestino deja de absorber los nutrientes de los alimentos ingeridos y, además, el paciente tiene una mayor sensación de saciedad. El procedimeinto laparoscópico permite una recuperación más rápida, más segura y con menos dolor. El paciente es dado de alta en un plazo de entre 4 y 6 días, frente a las dos semanas de ingreso del paciente operado de forma abierta.

Esta intervención está indicada para pacientes cuyo Índice de Masa Corporal (IMC) es superior a 40 o que oscila entre 35 y 40 pero sufre enfermedades como la diabetes o la hipertensión, que constituyen agravantes de su enfermedad.

Gastrectomía tubular

En el caso de pacientes superobesos, es decir, con un IMC superior a 50, en los cuales el by-pass gástrico puede resultar difícil, se puede optar por la técnica de la gastrectomía tubular, que consiste en resecar una amplia parte del estómago, dejando solo un pequeño “tubo” gástrico que conecta el esófago al duodeno. Inicialmente dicha técnica se ofrecía a los pacientes como un “primer tiempo” de la cirugía bariátrica: los pacientes perdían peso y luego se reintervenían, realizando un by-pass gástrico. Con el tiempo, se observó que la “simple” gastrectomía tubular era suficiente para lograr el resultado de la pérdida de peso deseada dal paciente. Hoy en día, la gastrectomía tubular se ofrece a determinados pacientes superobesos como la solución quirúrgica definitiva para su problema de obesidad.