Doctor Carlos Saga realizando la técnica de la sialoendoscopia

Policlínica Gipuzkoa, primer centro sanitario privado del País Vasco en aplicar la técnica de la sialoendoscopia

El servicio de Otorrinolaringología de Carlos Saga y Xabier Altuna ha introducido la técnica de la sialoendoscopia, que a través de ópticas de calibres milimétricos, permite explorar y tratar la patología de las glándulas salivales. En el último mes han intervenido a cuatro personas, una de ellas se desplazó desde Logroño y otra, una niña de 12 años, vino desde la provincia de Cádiz. Se trata de cirugías complejas desde el punto de vista técnico, que requieren un entrenamiento prolongado y material muy específico y delicado.

La sialoendoscopia es una técnica muy innovadora y compleja que permite explorar y tratar la patología de las glándulas salivales de forma endoscópica, con la ventaja que esto supone en referencia a un postoperatorio más corto y confortable. Muy pocos equipos la realizan en España, tan sólo doce hospitales disponen del equipamiento y no todos la practican, debido a que requiere una gran pericia y formación. Esto hace que al servicio de Otorrinolaringología de Policlínica Gipuzkoa que dirigen los especialistas Xabier Altuna y Carlos Saga acudan pacientes de todo el Estado, como ellos mismos nos informan: “en el último mes hemos intervenido a cuatros personas, una de ellas se desplazó desde Logroño y otra, una niña de 12 años, vino desde la provincia de Cádiz”.

Policlínica Gipuzkoa es el único centro sanitario privado que ofrece esta técnica en la Comunidad Autónoma Vasca y uno de los pocos del Estado que la realiza. “La sialoendoscopia es la técnica que permite la exploración y el tratamiento de patologías en el interior de los conductos de las glándulas salivales –nos explica Carlos Saga-. Sobre todo, nos ha permitido dar solución a las personas que sufren una obstrucción en el conducto de la saliva y que les provoca infecciones e inflamaciones, en algunos casos muy violentas que afectan al cuello y a la cara”.

Los síntomas se agudizan en el momento de ingerir sólidos o líquidos ya que la glándula se inflama de forma violenta al no poder expulsar la saliva a través del conducto obstruido.

Se puede llegar a infectar la zona y producir fiebre  y cuando la infección se prolonga en el tiempo puede tener consecuencias graves que no se resuelven hasta que no se opera.

Carlos Saga explica además el avance que ha supuesto esta nueva técnica, “antes extirpábamos la glándula, pero con la sialoendoscopia, eliminamos la obstrucción conservando el órgano y la producción de saliva. Un cambio totalmente radical, que además de mejorar la calidad de vida del paciente se refleja en los costes sanitarios”.

Una técnica poco extendida

La realidad es que a pesar de las evidentes ventajas frente a la cirugía abierta, la endoscopia de glándula salival está muy poco extendida. “Se trata de cirugías complejas desde el punto de vista técnico que requieren un entrenamiento prolongado y material muy específico y delicado –reconoce el especialista-, por este motivo, a pesar de que hay alrededor de una docena de hospitales en todo el Estado con este equipamiento, optan por ofrecer técnicas clásicas por tener más hábito en la ejecución de las mismas”.

Para la realización de esta nueva técnica de cirugía endoscópica se utilizan endoscopios de entre 0,9 y 1,30 milímetros de diámetro y unos 10 ó 12 centímetros de longitud, que poseen tres canales donde albergar, en el canal central el endoscopio, en otro canal el sistema de irrigación con suero y en el tercero, se introducirían los instrumentos de trabajo.

En palabras de Carlos Saga y Xabier Altuna, “los primeros casos que hemos intervenido han sido muy satisfactorios. Son cirugías con postoperatorios normalmente cómodos para el paciente y no hemos encontrado grandes complicaciones”.

Y concluyen confirmando la opción de la cirugía endoscópica en otorrinolaringología como un camino por el que apostar en el futuro: “la introducción de técnicas endoscópicas cambia nuestra actitud ante esta patología, de tal forma que la cirugía abierta clásica con extirpación de la glándula se convierte en la última opción”.