Kirola era osasungarrian

Kirolarietan 14 urtetik gora gomendatzen da kirol azterketa medikoa egitea esfotzu-probarekin

La realización de un examen médico deportivo anual es una condición previa para efectuar un deporte con seguridad. Diversos organismos científicos nacionales e internacionales tienen establecidos protocolos tanto en deportistas iniciales como de competición en sus diferentes niveles. Tanto el CSD (Consejo Superior de Deportes) como la COI (Comité Olímpico Internacional), FIFA (Federación Internacional de Futbol), FEMEDE (Federación Española de Medicina Deportiva), Servicios de deportes de la Generalitat de Cataluña y asociaciones médicas como AEMEF (Asociación de Médicos de Futbol)entre otros tienen pautas para la realización de estos exámenes médicos.

En el Servicio de Medicina Deportiva de Policlínica Gipuzkoa efectuamos un examen médico deportivo en el que se contemplan diversos aspectos involucrados en la actividad física como el aparato locomotor, aparato cardiovascular, sistema metabólico etc.

Se realiza una prueba de esfuerzo, en condiciones totalmente comparables al deporte practicado, con control electrocardiográfico y de la presión arterial tanto en cinta de esfuerzo como en bicicleta. Simultáneamente determinamos el Consumo Máximo de Oxigeno (VO2 máx.). Es la única posibilidad para estudiar el funcionamiento celular, cardiovascular y respiratorio bajo stress metabólico simultáneamente y en un solo Test. Así para cada deporte, han sido establecidos los consumos de oxígenos realizados tanto por los campeones mundiales como por los niveles intermedios.

Durante las pruebas se determinan los umbrales aeróbico y anaeróbico por método ventilatorio o láctico para su correlación con la frecuencia cardiaca, velocidad de carrera,…

Los deportistas interesados pueden completar el reconocimiento con un plan personalizado de preparación física, un estudio nutricional, analítico y psicólogo-deportivo.

Recomendamos efectuar un examen médico deportivo con prueba de esfuerzo a partir de los 14 años en deportistas.


Kirol kontrolatua, zure osasuna eta errendimendurako

Se estima que el nivel de rendimiento deportivo aumenta en un 20-30% con un control médico adecuado, siendo este porcentaje superior cuando en nivel del deportista es medio o de iniciación

Artículo publicado en Mundo Deportivo el 20 de marzo de 2011.

Dr. Enrique Pérez de Ayala, Jefe del Servicio de Medicina Deportiva de Policlínica Gipuzkoa.

El ejercicio físico pone en marcha de manera intensa todas las funciones del organismo, como el aparato locomotor, el sistema cardiovascular, el sistema nervioso y el endocrino.

Dada la amplitud de las áreas en las que influye la práctica del ejercicio, resulta básico establecer mediante un examen físico las características de la persona que practica deporte.

El estudio médico-deportivo permite realizar un diagnóstico de la situación inicial para después programar un plan de entrenamiento específico para cada persona. La insistencia de los especialistas para que la población realice ejercicio con un seguimiento médico adecuado no es moco de pavo. Está fundamentada en los altos riesgos que se derivan de la falta de dicho control. Y es que no llevar un control médico correcto puede tener importantes consecuencias en el aparato cardiovascular y en el locomotor del deportista.

Estudio exhaustivo

En el Servicio de Medicina Deportiva del que formo parte, a las personas que acuden por primera vez les realizamos un examen general del organismo, así como un estudio de la composición corporal para determinar su peso y el porcentaje de grasa. Asimismo, realizamos un examen del aparato locomotor (rodillas, tobillos, columna, un examen podoscópico, etc.) a través del que podemos detectar las causas que produzcan el agravamiento de lesiones existentes. En los casos en los que encontremas alguna patología, orientamos a los deportistas para que realicen el tratamiento médico adecuado en base a su afección. Por otro lado, durante el chequeo médico inicial, se llevan a cabo pruebas de flexibilidad en las articulaciones y, para finalizar, se realiza una prueba de esfuerzo tanto en cinta como en bicicleta o remo, en el que monitorizamos la presión arterial, realizamos un electrocardiograma durante toda la prueba y utilizamos un sistema de análisis de bases para determinar el consumo máximo de oxígeno con el fin de saber el nivel de resistencia global de la persona estudiada. Asimismo se puede determinar la frecuencia cardíaca a la que se alcanza el umbral anaeróbico, con lo que conseguimos un índice fiable para realizar un entrenamiento adecuado. Esto, sin duda, contribuye a mejorar la salud y el rendimiento físico del deportista.

También para principiantes

Se estima que los chequeos médico-deportivos y su correspondiente seguimiento permiten mejorar el nivel de rendimiento físico del deportista en un 20-30%. En este sentido, es importante destacar que, al contrario de lo que muchos piensan, este tipo de chequeos no son únicamente para deportistas de élite. De hecho, aquellos que se inician en el deporte o aquellos que tienen un nivel medio son los que más aprecian el aumento del rendimiento físico. El Servicio de Medicina Deportiva de Policlínica Gipuzkoa está formado por un equipo multidisciplinar en el que forman parte diversos profesionales: dos médicos deportivos, un licenciado en preparación física, una doctora especialista en psicología deportiva, una dietista especialida en nutrición deportiva y una fisioterapeuta. Y es que la experiencia nos demuestra que abordar la práctica deportiva desde todos estos puntos de vista multiplica los beneficios para la salud y el rendimiento físico.


Dopina eta osasuna

Dopina eta txirrindularitza, tamalez, oso loturik dauden hitzak dira. Azken hamarkadan indarra hartzen joan den errealitatea da. Gai honi buruz asko hitzegin eta idatzi da komunikabideetan, nahiz eta beti behar izan den zehaztasunarekin ez den egin.

 

Enrique Pérez de Ayala doktorea, Policlínica Gipuzkoako Kirol Medikuntza Zerbitzuko burua.

(DORSAL 1 egunkarian 2010eko azaroan argitaratutako artikulua)

 

A lo largo de las siguientes líneas, quisiera disipar ciertas dudas en torno a este asunto que tanto afecta al mundo del deporte y, de forma especial, al ciclismo.

Como punto de partida, convendría aclarar qué se considera una sustancia dopante. Es toda aquella que produce un aumento artificial del rendimiento y que está comprendida en la lista de sustancias dopantes porque afecta negativamente a la salud y no favorece la igualdad ante una competición.

Si bien este principio básico es algo que todos conocemos, lo cierto es que aún hay quien tiene dudas sobre aquellos productos que apoyan la recuperación tras el ejercicio realizado. En este sentido, es preciso matizar que aunque muchos de ellos no estén dentro de la lista de sustancias dopantes, si se toman, es imprescindible llevar un control médico.

SUSTANCIAS DOPANTES

Las sustancias dopantes más comunes en entrenamiento y competición en el deporte son agentes anabolizantes, estimulantes de la eritropoyesis, (es decir, del aumento de hematocrito y glóbulos rojos, como la EPO y la CERA), gonadotrofinas, insulinas, corticoides, hormona de crecimiento, salbutamol a partir de cierta cantidad, antagonistas y moduladores de hormonas, diuréticos y agentes enmascarantes, dopaje sanguíneo (incluida la sangre propia o de otro origen), así como la mejora artificial de la captación de oxígeno para aumentar su consumo máximo.

También están prohibidos los métodos manipulativos para alterar las muestras tomadas de orina, es decir, las perfusiones intravenosas (salvo si se produce en un medio hospitalario), además de agentes que alteren la expresión genética. Asimismo, están vetados en competición los estimulantes tipo amfetaminas o efedrinas, a partir de dosis terapéutica, narcóticos como la morfina, cannabinoides como la marihuana, así como corticoides por todas las vías de administración, salvo la intraarticular y con informe pertinente que debe ser aprobado por la federación correspondiente.

En otros deportes de precisión como el tiro o el golf, están prohibidos los betabloqueantes ya que disminuyen la frecuencia cardiaca, mientras que sería absurdo usarlos en deportes aeróbicos, ya que se persigue el objetivo contrario.

EFECTOS ADVERSOS

Muchos deportistas (y su entorno) priman el alto rendimiento físico en unas pruebas determinadas, al cuidado de su salud a medio-largo plazo. Por ello es necesario concienciar a todo deportista de la gran repercusión que pueden tener en su bienestar y en su salud las múltiples sustancias existentes en el mercado del dopaje.

Algunos de los efectos adversos más frecuentes de los anabolizantes son la virilización en mujeres, la atrofia genital en hombres y el cáncer de hígado. El uso de la EPO como dopaje provoca un aumento excesivo del hematocrito con tendencia a accidentes tromboembólicos. Por su parte, la insulina fuera del uso terapéutico en la diabetes puede producir hipoglucemias severas con lesiones pancreáticas y cerebrales. Asimismo, los corticoides usados como dopantes producen alteraciones en el tejido conectivo de articulaciones y osteoporosis.

La hormona del crecimiento produce hipertensión y un aumento en la incidencia de tumores. El salbutamol fuera de su uso controlado en asmáticos provoca taquicardia y nerviosismo exagerado. Los diuréticos usados en deportes en los que hay que dar un peso determinado como el judo o el boxeo producen deshidrataciones con pérdidas de sodio y potasio que pueden llevar al coma. Los estimulantes como las anfetaminas inducen a las psicosis tóxicas, convulsiones o arritmias. Los cannabinoides y opiáceos disminuyen la sensación de fatiga y elevan el umbral del dolor, entre otros.

Esta lista de efectos secundarios no es más que un reflejo de la gravedad del uso de estas sustancias. Los efectos de todos estos medicamentos utilizados terapéuticamente y a las dosis ajustadas son beneficiosos para las enfermedades a las que están dirigidas, pero usadas en un organismo en esfuerzo importante y a dosis elevadas, se convierten en un cóctel que, en ocasiones, es muy lesivo e incluso mortal, como estamos viendo en los últimos años.

No obstante, en la mayoría de los deportistas que han hecho uso de sustancias dopantes, es posible la recuperación y retomar una vida normal. Para ello no hay más que realizar un estudio médico a fondo y volver a la normalidad con la colaboración de un equipo multidisciplinar.