Claves para mantener hábitos saludables en verano sin morir en el intento

En verano es fácil  modificar nuestros hábitos alimentarios casi sin darnos cuenta. Nuestra rutina diaria sufre cambios, los días se alargan y los momentos de ocio aumentan. El buen tiempo incita a pasar más tiempo en la calle pero también a sentarse en terrazas para tomar algo que nos quite la sed y el calor. El problema suele ser que lo que tomamos para hidratarnos no suele ser agua, sino bebidas refrescantes, muchas veces azucaradas, bebidas alcohólicas, zumos y helados. Además, muchas veces esas bebidas suelen ir acompañadas por algo para picotear y muchas veces terminamos cenando o comiendo fuera de casa rompiendo así nuestras rutinas de hábitos y horarios alimentarios.

«El verano es la época de las vacaciones y los excesos – comenta Eider Sánchez, nutricionista de Policlínica Gipuzkoa – muchas veces con la excusa del buffet del hotel o de ‘si total son las vacaciones’ terminamos comiendo mal y excediéndonos en cantidades y calorías. Además, suele ser habitual pasar el día en la playa o en la piscina abusando de bocadillos y snacks como patatas fritas. En consecuencia, muchas veces terminamos el verano con un par de kilos de más (si no son más) y muchas veces con problemas gastrointestinales derivados de los malos hábitos o de los excesos»

Eider Sánchez recomienda seguir estos sencillos consejos para mantener unos hábitos saludables en verano y evitar los problemas anteriormente señalados:

  • No saltarse las comidas principales e intentar mantener un horario o planning de comidas, esto evitará picoteos innecesarios.
  • Realizar ejercicio físico de manera regular como puede ser andar, nadar o bicicleta también en vacaciones.
  • No esperar a tener sed para hidratarse con agua, frutas de temporada y cremas de verduras como el gazpacho.
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras que nos sirven como tentempié, plato principal o de postre, además son cómodas de llevar a playa o piscina.
  • Procurar comer ligero y evitar comilonas, evitaremos calorías y malestar digestivo como hinchazón o pesadez.
  • Evitar abusar de helados, bebidas alcohólicas, comida rápida, comilonas, bocadillos y snacks. Los helados por muy artesanales que sean contienen alta cantidad de azúcares y grasas.

La frase de «total por un día no pasa nada» puede ser muy traicionera. La realidad es que el exceso no suele ser un solo día, sino en repetidas ocasiones, por lo que se recomienda «planificar» la semana con los posibles excesos, de esa manera seremos más conscientes de los excesos y podremos alimentarnos bien el resto de días o almuerzos.