Cada vez atendemos a más jóvenes con problemas auditivos por el mal uso de los auriculares

Los jóvenes emplean los auriculares durante muchas horas al día con volúmenes que exceden la intensidad aceptable para el oído humano. Esto puede causar en ellos pérdida auditiva, pues la «agresión» que sufren los oídos con tanto ruido genera un daño y desgaste en las células del oído interno que pueden desencadenar un daño irreversible. «De un tiempo a esta parte, los pacientes jóvenes nos consultan cada vez más por ruido en el oído, lo que se conoce como acúfeno o tinnitus. Además, un porcentaje creciente se queja también de pérdida auditiva en ambientes con ruido de fondo» reconoce el otorrinolaringólogo de Policlínica Gipuzkoa Xabier Altuna, quien es también el Jefe de la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Donostia. «Por desgracia – añade –, cada vez atendemos a más pacientes jóvenes por este motivo».

El límite de decibelios que puede soportar el oído durante varias horas para no dañar las estructuras internas es de 55, y todo lo que esté por encima de los 85 decibelios reduce considerablemente el tiempo de tolerancia auditiva. Xabier Altuna asegura que «no debemos someter a los oídos sonidos de 90 decibelios durante más de 2 horas o a sonidos de 100 decibelios durante más de 15 minutos, pero los MP3 y móviles con auriculares pueden llegar hasta los 120 decibelios».

La concienciación para evitar llegar a problemas auditivos irreparables es fundamental pues «atender a un paciente joven por daño auditivo supone que a la edad adulta este se pueda agravar exponencialmente». Los consejos para prevenir son sencillos y se deberían tomar muy seriamente. En palabras del otorrinolaringólogo, «lo principal es evitar exposiciones a volúmenes muy altos durante periodos prolongados. Ante cualquier síntoma de ruido o pitido en el oído, o sensación de haber perdido agudeza auditiva, es imprescindible consultar con un especialista para evitar que el problema se vuelva irreparable».