Los traumatólogos de Policlínica Gipuzkoa Ricardo Cuéllar y Juan Ponte y

Policlínica presenta un nuevo tratamiento paliativo para la artrosis

Avances en el tratamiento de las lesiones del cartílago articular en el Aula de Salud de Policlínica Gipuzkoa de la mano de los Dres. Ricardo Cuéllar y Juan PonteEste jueves, 29 de mayo, la Sala Kutxa de la Calle Andía acogerá una conferencia sobre los últimos avances en el tratamiento del cartílago articular de la mano de los traumatólogos de Policlínica Gipuzkoa, Ricardo Cuéllar y Juan Ponte, bajo el título «AVANCES EN EL TRATAMIENTO DE LAS LESIONES DEL CARTÍLAGO ARTICULAR QUE CONDUCEN A LA ARTROSIS». En su exposición, los traumatólogos presentarán las técnicas mínimamente invasivas para la reparación artroscópica de las lesiones del cartílago articular dirigidas a evitar o retrasar  en la medida de lo posible  la aparición de la artrosis,  así como expondrán las bondades de un nuevo tratamiento paliativo basado en infiltraciones, llamado Orthokine, que desde hace un año están aplicando con excelentes resultados.

«La prevalencia de la artrosis en la población general en España es del 43% con notable diferencia entre los sexos» explica el traumatólogo Ricardo Cuéllar.   «Curiosamente -añade Cuéllar- la incidencia es ligeramente superior en el hombre por debajo de los 50 años y más elevada en la mujer a partir de los 55 años». La edad es además otro factor determinante, «hay un crecimiento exponencial con  el  paso de los años afectando al 3% de la población a los 30 años y al 80% de la población pasados los 80 años- recalca Ricardo Cuéllar-. Además afecta más a las articulaciones de las manos y las rodillas en las mujeres, mientras que en los varones se ven más desgastes de cadera».

El cartílago es una capa de esmalte de un grosor de 3 ó 4 milímetros que rodea el final de cada hueso con el objetivo de que cuando trabaje la articulación se deslice bien un hueso sobre otro. Por lo tanto, las lesiones del cartílago son todas aquellas que producen o conducen a una desaparición total o parcial de esta capa. Las causas que conducen a esa pérdida del cartílago pueden obedecer a dos grandes tipos de problemas: en primer lugar los de índole mecánica, que frecuentemente vienen ocasionados por los traumatismos de tipo deportivo, laboral, etc… y el desgaste -artrosis- que se produce con la edad; y el otro tipo son los que se producen por procesos de tipo reumático que «corroen» el cartílago.

«La gran novedad -aclara Ricardo Cuéllar-, es que ya podemos tratar lesiones circunscritas, sobretodo de origen traumático o degenerativo en pacientes jóvenes mediante técnicas de artroscopia con la utilización de membranas o parches. «En cambio, cuando las lesiones afectan a toda la articulación, el tratamiento quirúrgico indicado sigue siendo la colocación de una prótesis o implante a través de cirugía convencional» concluye.

Aliviar el dolor

Hay determinadas patologías de cartílago en las que sólo se puede realizar un tratamiento paliativo para aliviar el dolor, logrando así una mejor capacidad funcional de la articulaciones afectas y por tanto una mejora en la calidad de vida del paciente.  Aunque en la actualidad existen diversos tratamientos farmacológicos y de diferentes sustancias vía infiltración, la principal novedad ha llegado mediante las infiltraciones de Orthokine.

«La terapia Orthokine consiste en la infiltración en la articulación afecta del propio suero del paciente que ha sido previamente condicionado. Tras la extracción de una única muestra de sangre en el laboratorio, el paciente se marcha a su casa. La muestra  de sangre es entonces condicionada, para que, de  manera programada  y en la fecha que mejor le convenga al paciente, le sea infiltrada en la propia consulta» explica el traumatólogo Juan Ponte. «Incorpora factores de crecimiento pero, sobretodo y como hecho diferencial,  lleva una serie de agentes antiinflamatorios que alivian el dolor de manera prolongada». «Esta terapia es aplicable en cualquier articulación, el número de infiltraciones es de 1 infiltración semanal durante 4 semanas. Y normalmente se observa una mejoría clínica a partir de la cuarta semana», afirma el traumatólogo, Juan Ponte. «Este tratamiento estaría especialmente indicado en pacientes con artrosis avanzada   y dolorosa en los que se han aplicado otros tratamientos conservadores y continúan con dolor» concluye.